Después de dejar su coche en el taller unos días, el mecánico le dijo que los problemas eran más graves de lo que parecía y la factura había subido considerablemente. A la madura no le hizo mucha gracia y le parecía un atraco, pero el tipo quiso llegar a un acuerdo. Le dijo que no le cobraría de más si a cambio, empezaba a chupársela allí mismo. Al principio no quiso hacerlo, pero al final cedió a sus peticiones e incluso acabó montando su polla, con lo que disfrutó de lo lindo.