Después de preparar unas tartas, mi compañera y yo recibimos la visita en la cocina de nuestra jefa, que andaba con malos humos. No parecía muy contenta, ya que acabó cubierta de nata por culpa de una mala receta. Pero cuando la tuvimos delante, empezamos a saborear ese dulce de su cara y nos animamos a hacer guarradas, hasta terminar saboreando nuestros chochitos. Nos masturbamos las tres y acabamos usando incluso un dildo, con el que pajeamos nuestros coños mientras gozábamos de un trío lésbico.