Por algún motivo, cada vez que tengo algún momento íntimo acabó cortándome mucho. Tuve que ir a terapia para intentar soltarme más cuando esté con un chico, así que le comenté el problema a mi doctor. La única manera que encontró para solucionar el problema fue plantear una situación práctica, donde empezó por comerme el coño. Poco a poco me fui soltando y al final, disfruté como una golfa del polvo y me sentí preparada para follarme a todo lo que se mueva.