Parece que esta alemana tetona se siente sola, ya que su marido dedica más tiempo a su trabajo que a ella misma. Por eso, ha conseguido echarse un amante a escondidas y de vez en cuando, queda con él para disfrutar de sexo duro. Hoy le invita a casa, mientras su esposo anda de viaje de negocios y una vez en la cama, se lo pasan en grande. La milf se zampa el rabo de ese yogurín y el chico le corresponde con un polvazo que logra llevarla al orgasmo como cuando era más joven.