Iba de vuelta a casa y por el camino, me topé con una chica italiana bastante mona que se había perdido. Parece que estaba haciendo turismo y decidí ayudarla, llegando incluso a darle dinero. Eso si, no lo hice a cambio de nada y le pedí que me enseñase las tetas. No solo lo acabó haciendo sino que a cambio de unos cuantos billetes más, accedió a grabar una escena porno conmigo y terminamos en mi piso follando duro.