Cada vez que veo a mi prima, siento la necesidad de hacerle de todo. Volvimos a vernos en una cena familiar y cuando la vi en la cocina preparando los aperitivos, empecé a meterle mano. Ella se dejó llevar e incluso quiso usar la cámara de su móvil para grabarnos haciendo guarradas junto a la encimera. Así que la agarré de sus pechotes y le bajé las bragas, follándomela sin parar y terminando el polvo con una corrida sobre su cara y sus gafas.