La idea era quedar para estudiar, pero parece que esta colegiala rusa tenía otros planes. Ella prefirió dedicarse en todo momento a seducir y poner cachondo a su compañero, hasta tenerlo encima comiéndole el coño. No tardó en sentir bien dentro su polla dura, llegando incluso a practicar sexo anal en el sofá. Acabó con el trasero bien abierto y esperando terminar la enculada con el chaval eyaculando en toda su cara.