Uno de los amigos de mi hijo estaba estudiando en casa y quise ponerle a prueba. Es el clásico empollón, pero seguía siendo un hombre y decidí usar mi culazo para ponerle cachondo. Me acerqué en ropa interior, hasta ponerle mis nalgas delante de sus gafas. No tardó en quitárselas y en dejar sus apuntes, para acabar follándome duro con su polla y rellenando mi coño con su lefa caliente.