Aunque esta rubia parece frágil, a su follamigo mulato le da un poco igual y llega a su piso dispuesto a taladrarla. La chica está deseando que lo haga y cuando tiene delante ese pedazo de rabo de color, se prepara para recibir uno de los mejores polvos de su vida. Y es que el negrito tiene una polla bien gorda, que perfora su coño hasta el fondo y la lleva al orgasmo varias veces, terminando bien mojada y deseando repetir pronto.