Tengo un hijastro un tanto mojigato, el cual suele mostrarse bastante tímido con las chicas. Quería espabilarlo de alguna manera y decidí hacerlo en cuanto nos quedamos a solas en casa. Usé mis pechotes y una cámara para atraerle al sofá, donde acabó follándome y me sorprendió con lo bien que lo hizo. Se comportó como todo un semental y la escena que grabamos acabó recibiendo cientos de visitas en internet. Y es que nada vende tanto como una madrastra con su hijastro.