Siempre había pensado en experimentar una follada lésbica con otra chica, pero hasta ahora no se había atrevido. Lo habló con su madrastra, la cual parece que tiene bastante experiencia en el tema, así que la madura quiso mostrarle lo mucho que podría gozar. Para ello la cogió en el dormitorio y empezó por darle unos azotes, haciendo que hiciese de sumisa y poniéndole muy cachonda, hasta acabar restregando sus coños el uno contra el otro en la cama.