Aunque su marido estaba absorto con la lectura, esta madurita no pudo evitar interrumpirle tras sufrir un calentón que solo él podía sofocar. La señora se fue a por su polla y se la chupó en el sofá, haciendo que dejase la novela que estaba leyendo y se centrase en darle placer. No pudo evitar seguirle el juego y como vemos, el matrimonio terminó en el sofá dándole duro al sexo durante toda la tarde, y desfogándose como cuando eran una pareja joven y enérgica.