Nunca había encontrado a su novia con tantas ganas de follar y por eso, quiso aprovechar para colocar una cámara frente a la cama y grabar todo lo que iban a hacer. La jovencita se fue quitando la ropa hasta dejarse solo los calcetines, mientras el chico la ponía a cuatro patas y la llevaba al orgasmo a base de pollazos. Fue una follada casera bestial y cuando ya no pudo más, la acabó corriéndose sobre sus nalgas mientras ella seguía gimiendo.