Necesitaba un hombre de verdad y cuando digo de verdad, me refiero a un chico que tuviese una buena polla. Y es que llevo unos cuantos encuentros sexuales muy decepcionantes, por eso decidí quedar con un negro bastante dotado. Me preparé para lo que se venía encima y sobre todo, dejé listo a mi culo italiano por si acababa enculada. El chico embadurnó mis tetas y mi trasero a fondo, hasta no poder resistirse a darme por detrás y yo, solo pude gozar con esa follada anal interracial que me regaló.