Quedaba poco para terminar su jornada de trabajo, pero parece que Karla Kush tuvo un posible comprador para la casa que estaba presentando. La rubia enseñó cada habitación y se mostró muy simpática con él, notando como la miraba de arriba a abajo. Parece que hicieron buenas migas y al final, una chispa saltó entre la guapa vendedora y el tipo, que les llevó a la cama y a pasar un buen rato de folleteo.