Después de varias clases, la hermosa Alina Lopez y su instructor de yoga habían cogido mucha confianza. Un día durante un entrenamiento, el chico se lesionó una de sus manos y la joven latina decidió hacerle un pequeño masaje. Pero lo que acabó consiguiendo fue ponerle muy cachondo y de repente, se agachó a chuparle la polla. Luego se quitó el vestido y al final, cabalgó su polla sin parar hasta notar como rellenaba su coño de lefa.