Siempre que quieren ponerse cachondas, estas jovencitas recurren al porno pero en este caso, quisieron probar con un libro erótico. Se pusieron cómodas y empezaron a leer, mientras la historia iba poco a poco poniéndolas cada vez más cachondas. No tardaron en tocarse los coños en la cama, hasta que ya no pudieron más y decidieron dejar el libro para besarse, hasta saborear sus chochitos en una follada lésbica que fue toda una gozada.