Aunque este chico estaba concentrado en su partida, no pudo evitar dejarla cuando tuvo encima a su madrastra. La señora anda muy necesitada, sobre todo desde que su marido se ha ido de viaje por unas semanas. El único hombre que tiene a tiro es su hijastro y recurre a él para disfrutar de sexo duro. Pronto empieza a seducirle y cuando nota como se pone cachondo, no tarda en coger su rabo y en chuparlo, para luego disfrutar de sus embestidas junto a la mesa, terminando la faena con una corrida en toda su cara.