Aunque invité a mi amigo mulato a casa para estudiar, en lo que menos pensaba era en agarrar los libros. Lo que si quería estrujar y chupar, era su polla negra y no dudé en hacer lo necesario para conseguirlo. Después de un rato charlando, empecé a flirtear y poco a poco le fui dejando claras mis intenciones, hasta tenerlo cachondo y listo para mi. Así que me quité la falda y mis bragas y al fin disfruté con ese semental, mientras me daba caña y perforaba mi coño con su enorme verga.