Estaba muy contenta, ya que tuve una entrevista de trabajo y me fue bastante bien. Empecé a hablar de ello con el taxista y al rato, me di cuenta de que me había dejado la cartera. No sabía que hacer y empecé a enseñarle mis tetas y mi culo para intentar saldar mi deuda. Pero al final, no tuve más remedio que abrirme de piernas en el asiento de atrás y dejarle penetrar mi coño a fondo.