Mi mejor amiga y yo tenemos mucha confianza mutua, tanta como para vernos desnudas e incluso hacer guarradas juntas. De hecho teníamos planeado ir a la playa, pero cambiamos los planes cuando nos empezamos a poner muy cachondas. Así que tras meternos mano y comernos los coños, echamos mano de una polla de plástico, la cual probamos a la vez por ambos extremos mientras gemíamos juntas.