Durante mis vacaciones, además de relajarme en la playa y yendo de fiesta, quise hacer algunas actividades como apuntarme a clase de buceo. El monitor era un chico mulato muy simpático, aunque más que en su personalidad, a mi lo que me interesaba era lo que tenía entre sus piernas. Un día preferí pasar de la clase y me lancé a por él, llevándomelo al hotel donde terminé gimiendo mientras perforaba mi coño con su enorme miembro.