Necesitaba un sitio donde pasar la noche y di con un pequeño hostal, donde una guapa casera y su empleada me dieron alojamiento. Cuando fui a usar su baño, me encontré a la pelirroja desnuda y terminé muy cachondo, pero fue su empleada la que terminó comiéndome la polla. Al volver a la ducha, la dueña de la casa quiso que se la metiese y al final, me fui turnando para follarme a las dos chicas durante toda la noche.