Detrás de esa sonrisa y su cara de chica recatada, Polly Pons esconde a una zorra adicta al sexo más duro. La asiática ha probado de todo y si hay algo en lo que es experta, es en ser follada por detrás. Tras hablarle de sus gustos a su follamigo, no tardó en ponerse manos a la obra con él, sometiéndose en una enculada muy bestia. Si ojete acabó dilatado a más no poder, mientras ella sonreía con cada orgasmo que le provocaba.