No esperaba tener un alumno tan atractivo y por eso, esta profesora de autoescuela decidió hacer de las suyas. Mientras el chaval conducía, ella intentó distraerle sacando sus tetas a pasear y haciendo que no se fijase bien por donde circulaba. Luego empezó a meterle mano y tras acariciar su paquete, le pidió que aparcase. Terminaron en un descampado con la rubia chupándole la polla, para luego subirse al capó y meterle un polvazo al aire libre.