Necesitaba demostrar que estaba a la altura de la mejor hermandad de la universidad y por eso, acabé diciéndoles que estaba dispuesta a todo. La presidenta me pidió que se lo demostrase y para ello, me llevó ante dos chicos negros para que me hiciesen de todo. Al principio estaba nerviosa pero luego, disfruté en mi primer trío interracial, mientras ese par de mulatos tan dotados me follaban el coño hasta el fondo.