Necesitábamos echarnos una mano mutuamente para preparar el examen, así que mis amigas y yo quedamos para estudiar en la residencia de estudiantes. El problema es que algunas de ellas son un poco golfas y antes de coger los libros, prefirieron divertirse metiéndose mano. Las demás no quisimos quedarnos atrás y nos unimos a la fiesta, hasta comernos los coños mutuamente en una orgía lésbica donde nos corrimos casi al mismo tiempo.