Cuando vi las fotos de esta brasileña en una red social, me quedé embobado sobre todo con el pedazo de culo que gastaba. Quería conocerla y conseguí que me invitase a su casa, así que fui raudo y veloz para verla. Nada más atravesar la puerta, me la encontré a cuatro patas y dándose nalgadas, en una clara invitación a que le metiese la polla dentro de su coño latino.