Justo cuando fue al baño, se encontró a su novio recién duchado y pudo sentir su calentón enseguida. Así que la rusa tetona acabó en sus brazos y besándose apasionadamente, hasta ir directos al sofá para hacer guarradas. La chica terminó montando su polla como una bestia y no paró de gemir con cada penetración, hasta terminar de rodillas y bañada en lefa, saboreando toda la lefa que recorrió su hermosa cara.