Hay una cosa que tenía clara cuando salí de fiesta y es que necesitaba acabar la noche teniendo sexo. Lo que seguramente no esperaba para nada, era conocer a dos chicos mulatos que iban a regalarme la mejor follada de mi vida. Me invitaron a un hotel y terminé agarrando sus pollas con mis manos, sacándoles brillo con mi boca y practicando sexo en un trío interracial donde rellenaron mi coño con sus enormes vergas.