A Sara Jay siempre le gusta mucho más pasar un buen rato en la cama con un hombre y una buena polla a la que agarrarse. Pero hoy no pudo resistirse a una de sus mejores amigas, con la que termina pasando una tarde salvaje en la cama. Ambas maduritas terminan sin ropa y saboreando sus coños experimentados, echando mano de un vibrador para darse placer y llegar al orgasmo varias veces.