Estando en la oficina, la rusa Chanel Lux vio como uno de sus compañeros se acercaba y empezaba a darle un masaje sensual. Ella pronto se dio cuenta de lo que el chico buscaba y decidió seguirle la corriente. De repente se puso de rodillas y se aprovechó del empalme que llevaba encima, chupándole la polla como una zorra… pero lo mejor vino después. Y es que estando bien cómodos en el sofá, la morena no dudó en dejarle follarse su culito hasta el fondo, gimiendo de gusto mientras lo hacía y esperando que acabase para dejarle llenar su cara de semen.