Solo quería relajarme viendo una película, pero mi hermanastra apareció por el salón y empezó a distraerme. De repente agarró mi polla y empezó a pajeármela, hasta dejarme con las ganas. Al poco rato me la chupó en la cocina y disfruté de sus mamadas, pero la cosa no pasó de ahí. Pero lejos de dejar el tema, luego volvió justo antes de acostarme y se presentó en mi cuarto en lencería, lista para cabalgar mi polla toda la noche.