Como lo de ir al dentista es algo que a mi padre no le gusta demasiado, decidí acompañarle y la verdad es que fue la mejor decisión que he tomado jamás. Y es que no esperaba que la encargada de hacerle la limpieza fuese una rubia tan guapa y sexy. Acabó durmiendo a mi padre con anestesia y tras un rato de flirteo, quiso que me sacase la polla y ella se desnudó, hasta pedirme sexo en su consulta sin que mi padre supiese nada.