Estaba aburrida en el sofá y con ganas de pasar un buen rato con mi novio, así que me quité el vestido y le puse mi coño en bandeja. Quería disfrutar de su lengua durante un rato y mientras lo hacía, le devolví el favor con unas buenas mamadas a su polla. No paré de correrme en todo momento y al final, los dos disfrutamos de un 69 y acabé sacándole brillo a su verga con mi garganta profunda.