Cuando estos chicos pararon la furgoneta a mi lado, empecé a intuir lo que buscaban de mi. Querían grabar una escena porno y aunque normalmente me hubiese negado, al ver que iba a hacerlo con un chico negro, decidí acompañarles. Al principio estaba algo tímida pero pronto se me pasó, sobre todo cuando el mulato se sacó ese pedazo de pollón y me lo metió hasta el fondo… menuda monstruosidad.