De camino a casa, la española Bella Rico se topó con Jordi el niño polla, el cual quiso darle un regalo. Se trataba de un molde de plástico de su polla. Ella no se creía que fuese real y quiso comprobar con sus propias manos lo que estaba diciendo. Así que desabrochó sus pantalones y vio que era cierto, chupándosela en plena calle y echándole un buen polvo en público.