Al contrario que la mayoría de hombres, no soy muy celoso y de hecho me gusta siempre satisfacer los deseos de mi hermosa esposa. Por eso mismo, decidí complacerla y le preparé una sorpresa muy especial. Ella pensaba que acabaríamos teniendo sexo, pero en realidad lo que le preparé fue un encuentro con un chico mulato. Cuando le vio aparecer por el dormitorio, se llevó a la boca su enorme polla y mientras el negro la perforaba, yo cogí un móvil para grabarlo todo y tener un recuerdo morboso de su follada.