Iba de camino a mi despedida de soltera y antes de entrar, me topé con el stripper que habían contratado mis amigas. Al principio me pareció un poco tirillas y quise comprobar en la misma calle que tal calzaba de polla. Le hice probar unos calzoncillos muy especiales y pude ver lo bien dotado que estaba. De hecho la tentación fue demasiado grande y al final, acabamos follando en la calle y corriendo el riesgo de que nos pillasen.