No hay nada que le siente tan bien a este chico que una buena siesta… bueno, casi nada. Y es que de repente abrió los ojos y vio a su novia rusa pidiéndole sexo en ese mismo momento. No pudo negarse a su petición y se fue directo a por su coño, penetrándola a fondo con su polla. Para su sorpresa, la morena quiso más y le dejó abrirle el culito, algo que normalmente no suele hacer… pero es que esa tarde, estaba en modo zorra total.