Tanto mi mejor amiga como yo misma solemos tener bastante éxito con los hombres, aunque últimamente no hemos encontrado chicos que logren satisfacernos como a ambas nos gustan. Una noche de fiesta nos encontramos a un mulato y pensamos en lo que debería tener entre las piernas. Fuimos a por él y terminamos llevándonoslo a nuestro apartamento, compartiendo su enorme verga en un trío interracial brutal.