Cuando su profesora tetona llegó a casa para sus clases, se dio cuenta de que el chaval no había cumplido y apenas se sabía la conexión. La señora estaba enfadada con su actitud, pero el chico le dijo que no podía estudiar al pensar en ella y sobre todo en sus pechotes. Ella empezó a dudar hasta que vio su pedazo de rabo y no se pudo resistir, hasta acabar sin topa y dejando que su alumno le perforase su chochito experimentado.