A pesar de su aspecto angelical, esta rusa tetona resultó ser bastante golfa. La chica tenía un cuerpazo y unos ojos azules increíbles, aunque lo mejor vino cuando nos pusimos a follar. Y es que me sorprendió cuando me dejó usar mis dedos para masturbar su culito, siendo el preámbulo de una brutal enculada que le metí en el sofá. La chica fue a por todas y le di duro por la puerta de atrás, hasta acabar eyaculando en su linda cara.